miércoles, 30 de marzo de 2011

“LEER Y ESCRIBIR HOY….” Prof. Marina Malacria

             Como docente de Enseñanza Media puedo sostener que es común oír a los distintos integrantes de la sociedad (desde padres hasta mis colegas), decir que existe una escasa motivación en los alumnos para leer y escribir, que la seducción tanto de las nuevas tecnologías de la información como la cultura mediática, provoca que los adolescentes no se interesen por las propuestas de lectura y escritura, conduciendo esto a un empobrecimiento cultural.  Esta visión, por cierto discutible, me lleva a un pensamiento que el escritor argentino Ernesto Sábato, expresa en su libro “Querido y remoto muchacho”: - “En medio del miedo y de la depresión que prevalecen en este tiempo va surgiendo, por debajo imperceptiblemente, atisbos de otra manera de vivir que busca, al borde del abismo, la recuperación de una humanidad que se siente a sí misma desfallecer” y creo que por aquí pasa la cuestión, por la visión de esta actualidad tan globalizada que hoy vivimos, que nos lleva a sentirnos muchas veces agobiados, al borde de un abismo , por el discurso de que asistimos a una nueva forma de concebir, pensar y obrar en el mundo; Un nuevo paradigma cultural.
     Daniel Casanay en “Tras las líneas”, sostiene que leer ya no es lo que era”. Cabe preguntarnos por las razones, y también sabemos que son muchas y variadas las respuestas, pues hoy se habla de los ciber-estudiantes, de la generación del @  al decir de Fernanda Cano, o lo que sostiene Beatriz Sarlo en “Imágenes de la vida postmoderna”, con respecto al mundo de sonidos y colores que se incorpora en el mundo adolescente, o el curioso artículo de Humberto Eco: ¿Para qué sirve el Profesor? (en la era de Internet ). Hay algo que olvidamos y es que todos (jóvenes, docentes) somos parte de una sociedad que va cambiando, transformando y avanzando, para bien o para mal, más allá de que se compartan o no estas nuevas formas de vida , pero por sobre todas las cosas, permanentemente el mundo adulto manifiesta una actitud nostálgica, de añoranza por la forma en que nos apropiamos del caudal de saberes que poseemos a partir de la lectura y de la escritura como fenómenos comunicacionales.
      Sabemos que leer y escribir son construcciones sociales. Al respecto Emilia Ferreiro sostiene que cada época y cada circunstancia histórica dan nuevos sentidos a esos verbos. No hay manera esencial o natural de leer y escribir, los significados y las prácticas letradas son el producto de la cultura, la historia y los discursos. Casanay  expresa también que leer es comprender, desarrollar procesos cognitivos y que la escritura cambia al ritmo que evolucionan las comunidades; quizás haya cambiado poco la lengua española y quizás usemos las mismas estrategias que usaron nuestros padres para leer y escribir, pero está claro que los discursos del Siglo XXI, sirven para hacer cosas diferentes.  Hoy hablamos del género electrónico como forma usual de comunicación, que ha llevado a los adolescentes a desarrollar otras competencias tales como : destrezas informáticas, de navegación (verbales, visuales, auditivas) a partir de la coloquialidad y de la inmediatez.
      Ahora bien. Cambiaron los tiempos, estamos frente a vertiginosas transformaciones en la comunicación, con un campo iconográfico atractivo, que  permite crear , y que capta la atención de estas generaciones de transición que van construyendo sus proyectos de vida para la futura inclusión en el mundo adulto al que arribarán, como sostiene Marcelo Urresti. Entonces el tema está en comprender ese mundo acelerado de los jóvenes que también ya presenta , aunque parezca mentira, su nostalgia adolescente y que Mirta Varela fundamenta a partir de “Lo viejo, lo nuevo, lo mismo”.  Hay nuevas infancias y nuevas adolescencias y por lo tanto , nuevas jerarquías de saberes y de experiencias. El sociólogo Zygmunt Bauman, sostiene que la vida devino puro fluir: cambiante, inestable, incierta , y sobre todo flexible, afectándonos directamente, experimentando con lo que tenemos . Heráclito decía: “En el mismo río entramos y no entramos pues somos y no somos (los mismos); la identidad y su fragilidad, la necesidad de pertenencia social, el malestar por no saber cuál es nuestro lugar y así una serie indefinida de hechos que nos involucran a todos y ni que hablar a los adolescentes.
      Pasamos el tiempo hablando de carencias en la lectura y escritura, de la falta de hábitos de estudio en nuestros adolescentes y jóvenes, del escaso interés que presentan por lo curricular en una institución educativa, de lo atractivo que les resulta el mundo multimediático; o como un artículo que fue publicado en el Semanario “Búsqueda” (Uruguay), en el que las Facultades de Ciencias sostienen que el 90% de sus estudiantes no logran una sencilla comprensión lectora. Pero lo que nunca realizamos es una mirada introspectiva que provoque la reflexión y que nos lleve a debatir qué es lo que hacemos al respecto; parece que estas generaciones actuales cargan con el peso de las transformaciones y nunca los adultos buscamos las estrategias necesarias para que ese empobrecimiento cultural pueda revertirse a partir de estos nuevos mecanismos de comunicación. Los jóvenes dicen y dicen mucho. Esa generación del @ también puede enseñarnos. Cada vez que trabajo con mis alumnos e intento incorporar algún soporte informático, ellos son los que me ayudan, me agregan vocabulario, y comprendo esa instancia como un dar y recibir. Fernanda Cano menciona la nueva identidad de los jóvenes a través de los blogs , los nuevos contactos en la web que ha permitido nuevas biografías, una intimidad más abierta, pero quizás sincera y directa.
      Concluyo expresando que este es un tema que da mucho para debatir, que todas las posturas pueden tener algo de razón, pero que debemos, frente a una sociedad que  va a cambiar, ver cual es nuestro lugar, de qué manera atendemos a esa masificación que se escolariza y preguntarnos como plantea Emilio Tenti Fanfani: ¿Qué es lo que se ofrece como educación escolar y en qué medida lo que se ofrece responde a las condiciones de vida, necesidades y expectativas de las nuevas generaciones?. Para esto, compartiendo con Lahire, es necesario observar a los adolescentes como seres muchos más complejos de lo que podemos imaginar y mucho más maleables de lo que pensamos, para poder crear hábitos hay que crear muchas estrategias pedagógicas. “Estamos navegando pero debemos de impulsar un
timón crítico (Casanay).

Bibliografía y fuentes consultadas:

·        CASANY, Daniel  :“Tras las Líneas” – 2006 - Anagrama (Barcelona)

·        ECO, Humberto . “Resistirá” – 2003 – Conferencia Reapertura Biblioteca de Alejandría.
·     FERREIRO, Emilia: (Especialización en Lectura, Escritura y  Educación (FLACSO Latinoamericana – 2008 – Bs. As)

·     GADAMER, George: (Pos grado Lectura, escritura y educación- FLACSO Latinoamericana – Bs. As – 2007)

·     VARELA, Mirta:  “Medios de comunicación: Lo nuevo, lo viejo, lo mismo, lo otro”  - 2008 – Bs. As.


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